Las malas digestiones, también conocidas como dispepsias, son un trastorno de la digestión que aparece después de comer. Los síntomas más frecuentes de este malestar son: las náuseas, la pesadez, el dolor de estómago, el ardor y la flatulencia. ¿Sabes a qué es debido? La mayoría de las veces las malas digestiones surgen porque no comemos de forma adecuada o bien porque lo hacemos de forma excesiva. Ahora que se acercan días de comidas y fiestas, ¡pon en práctica nuestros consejos!
- Come despacio y mastica bien
Comer despacio y masticar bien no solo favorece la digestión, sino que también ayuda a controlar la saciedad, a cuidar de la salud bucodental y a relajarse. A medida que aumenta la velocidad en que comemos, también lo hace el tiempo que el estómago dedicará a hacer la digestión!
- El plato: pequeño y dividido en tercios
Una forma perfecta para saber si estamos comiendo bien y ayudando nuestro organismo a hacer una buena digestión es la siguiente: la mitad del plato tendría que contener verduras y hortalizas, preferiblemente cocinadas, y la otra mitad y a partes iguales: proteína de buena calidad (pescado o carnes magras) y carbohidratos complejos, como la patata o el arroz.
- Menos grasa, mejor digestión
Como alternativa, los expertos aconsejan tomar más carne magra (pavo, pollo y conejo) y cocinar siempre al vapor o al horno.
- Evitar la fruta en los postres
La fruta es un alimento que provoca saciedad, por lo cual es mejor consumirla de forma aislada, a media mañana o media tarde, y no en los postres. Los nutricionistas también recomiendan tomar fruta por las mañanas, porque el azúcar que contiene de manera natural nos aporta la energía necesaria para afrontar el día.
- Jengibre para aliviar las malas digestiones
Añadir dos lonchas de jengibre, una de naranja y una de limón en una taza con agua muy caliente y añadir una cucharadita de miel, es la infusión perfecta para tomar después de una gran comida.
- No olvides la fibra
Frutas, verduras, legumbres y cereales aportan un alto contenido en fibra dietética a lo largo del día. Ayudan a regular los movimientos intestinales y a evitar el estreñimiento.
- No tomes alcohol, café ni bebidas con gas
Si quieres tener una buena digestión, evita estas tres bebidas.
- Haz deporte cada día o siempre que puedas
El ejercicio físico estimula el intestino y facilita la digestión. Después de una gran comida, siempre es preferible andar un rato.
- Di sí a los probióticos
Sus beneficios son extraordinarios: regulan el tráfico intestinal y ayudan a prevenir y disminuir la incidencia de enfermedades infecciosas gastrointestinales. Además, durante y después de un tratamiento con antibióticos, previenen la aparición de diarreas asociadas al uso de estos medicamentos.
- ¡No te olvides de beber agua!
Para mantener el cuerpo sano son recomendables entre 2 y 3 litros de agua diarios. Beber agua te ayudará a digerir y a depurar el organismo.
¿Quieres disfrutar de una Navidad saludable? ¡Es el momento perfecto para poner en práctica estos consejos! ¡Manos a la obra! :)