La acidez estomacal, también conocida como “pirosis”, es una sensación de quemazón o ardor que se origina en el estómago, sube por el esófago y llega hasta la garganta. Muy a menudo, las molestias empeoran al estar recostados o al inclinarnos hacia adelante.
Aunque sea una sensación muy desagradable que puede llegar a dificultar nuestro estado físico y anímico del día a día, debes saber que es un problema muy común y que, por lo tanto, no debes alarmarte. De hecho, hay mucha gente que ha aprendido a controlar el malestar cambiando su estilo de vida y empleando medicamentos de venta libre. Además, existen algunos consejos muy prácticos y sencillos para combatir los síntomas de la pirosis.
Los síntomas más frecuentes:
- Sensación de ardor: Como ya hemos dicho al principio, el principal síntoma de la acidez es la sensación de ardor en la mitad del tórax, detrás del esternón, o en la parte superior del abdomen.
- Regurgitaciones sin náuseas: En algunas ocasiones pueden aparecer regurgitaciones, sintiendo como un gusto amargo invade la garganta y la boca.
- Dificultad para tragar o dolor en el pecho: Las estrecheces de esófago no permiten tragar bien.
¿Qué causa la acidez?
Las molestias aparecen cuando el esófago entra en contacto, durante un periodo largo, con los jugos gástricos, enzimas digestivas compuestas por ácido.
Es importante que sepas que existen ciertas rutinas, alimentos y bebidas que pueden provocar o empeorar la acidez estomacal:
- Comer en exceso.
- Acostarse poco después de comer, ya que estamos impidiendo que el aparato digestivo haga su función correctamente.
- Abusar de las comidas picantes, grasosas, de alimentos cítricos o de los derivados del tomate (como el ketchup).
- El alcohol y el tabaco son unos grandes factores de riesgo.
- Tener sobrepeso.
- Estar embarazada.
Cómo combatir la pirosis:
A parte de mejorar tu estilo de vida y cambiar algunos de los hábitos que provocan la acidez, existen fármacos especializados para aliviar la pirosis:
- Antiácidos: ayudan a neutralizar el ácido estomacal y, por lo tanto, pueden aliviar rápidamente las molestias. Un ejemplo de este tipo de medicamentos es el Almax, un gran calmante y neutralizador del ácido.
- Antagonistas de los receptores H2: aunque no son tan rápidos como los primeros, también reducen las molestias y ofrecen un alivio duradero.
- Inhibidores de la bomba de protones: algunos medicamentos, como el lansoprazol o el omeprazol, pueden también reducir el ácido estomacal. De todos modos, es recomendable hablarlo con el médico para que recete la dosis correcta.
De todos modos, si ves que recurres a estos fármacos más de dos veces por semana, es importante que acudas a un especialista, para que así haga un buen diagnóstico y trate de manera adecuada lo que padeces. Así pues, no dudes en pedir consejo en la farmacia para que podamos ayudarte a combatir las molestias de la acidez estomacal.