Como siempre, el mejor tratamiento es una buena prevención, y cuando hablamos de enfermedades como la diabetes, ¡todavía más! Hoy en día, investigadores de todo el mundo batallan para tener claro qué personas tienen más riesgo o predisposición a sufrir la enfermedad. Está claro que hay un componente genético importante (sobre todo en el caso de la DM1) todavía no se sabe qué lo provoca. En cuanto a la DM2, la carga hereditaria es igualmente decisiva, pero el estilo de vida juega un papel muy importante para evitarla.
¿Cómo prevenir sus efectos?
La diabetes deteriora los vasos sanguíneos y los nervios, cosa que hace que se puedan producir enfermedades secundarias.
Por lo tanto, es muy importante hacerse revisiones periódicas para detectar a tiempo cualquier anomalía:
- Revisión oftalmológica (una vez al año o cada dos si no se ha sufrido ninguna lesión).
- Revisión e higiene de los pies.
- Revisión periódica de la presión arterial (TU).
- Control regular del peso.
- Revisión periódica de los niveles de grasa en la sangre.
La diabetes, en especial la DM2, muchas veces está vinculada con otras enfermedades como la hipertensión, la hipercolesterolemia, la alteración de los triglicéridos, el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo y el estrés. Todas estas patologías se pueden prevenir y revertir en gran medida siguiendo un estilo de vida saludable.
Estas son las pautas generales que te ayudarán a seguir una vida sana de manera rutinaria:
- Estar al corriente de vacunaciones, evitar contagios y prevenir infecciones.
- Prevenir lesiones y accidentes (prestar especial atención a los pies).
- Disfrutar de una buena salud emocional, evitar el estrés, procurar descansar y dormir bien.
- Hacer actividad física cotidianamente y frecuentar espacios al aire libre.
- Crear un entorno saludable (en casa, en ell trabajo, en los espacios de ocio…)
- No consumir alcohol ni tabaco.
- Tener una buena higiene bucodental.
- Lavarse las manos frecuentemente (sobre todo si se manipula medicación o comida).
- Mantener en buenas condiciones higiénico-sanitarias las mascotas.
- Seguir un plan de alimentación personalizado tanto los días laborables como los fines de semana y las celebraciones.
No te quedes en el intento, ¡establécete unas pautas que se adapten a tus gustos, costumbres y hábitos! ¡Manos a la obra!