Gozar de una buena salud también implica tener una buena salud mental, pero muchas veces nos olvidamos de esta parte de nuestra salud y no le damos la importancia que realmente tiene. Aprovechando la celebración del Día Mundial de la Salud Mental (el día 10 de octubre) queremos recordaros unos requisitos básicos que nos ayudarán a mantener una salud mental óptima.
Exprésate
Reconocer lo que sientes, primero contigo mismo y más tarde con los demás te ayudará a conocerte a ti mismo para poder controlar tu bienestar interior. Hablar con otras personas de tus preocupaciones, que te escuchen y te aconsejen te ayudará a tener nuevas perspectivas y quitarle importancia a aquello que un día parecía el mayor de los problemas.
No siempre es fácil definir con palabras las emociones, por lo que puedes expresar tus sentimientos de muchas maneras: a través del dibujo, de la pintura, de la escritura o incluso del baile. Si te resulta muy difícil hablar de tus sentimientos, puedes empezar por anotarlos en una libreta.
El deporte debe formar parte de tu vida
Además de mantenernos en una buena condición física, nos ayuda a concentrarnos, a dormir mejor y en definitiva a sentirnos mejor con nosotros mismos. Realices el deporte que realices, te ayudará a desconectar de la rutina y de los problemas que nos persiguen en nuestro día a día.
Con hacer deporte no nos referimos a que hagas una maratón, puedes empezar paseando por el parque o por la montaña, bailando o yendo a natación. Con tan sólo 30 minutos de ejercicio durante 5 días a la semana será suficiente para que veas aumentar tu autoestima y tu salud mental.
Mantén una dieta saludable
Nuestro organismo necesita nutrientes para mantenerse saludable y funcionar correctamente. Llevar a cabo una dieta sana nos ayudará a alejar algunas enfermedades como la depresión.
Recuerda beber suficiente agua para el correcto funcionamiento de nuestro cerebro, ya que los estados de deshidratación favorecen la irritabilidad, reducen la capacidad de concentración y el rendimiento intelectual. Evita las bebidas azucaradas, los estimulantes como la cafeína y las bebidas alcohólicas.